Los 10 pueblos costeros más bonitos de Asturias
Asturias, es uno de los pocos lugares del mundo donde se conjugan varios factores que lo hacen único: montañas, mar, puertos, bosques, naturaleza y playas todo en uno. Con un litoral sobre el Cantábrico de 401 kilómetros, distribuidos en 20 concejos e infinidad de pueblos marítimos, muchos de ellos están incluidos en nuestra ruta por Asturias. Elegir los 10 pueblos costeros más bonitos de Asturias, ha sido prácticamente una misión imposible, pero intentaremos hacerlo. ¡Empecemos!
1. Llanes
Arribar a Llanes, aspirar el olor a mar y sentir la brisa en nuestro rostro, fue todo un sueño. Es que, este antiguo puerto ballenero, evoca su pasado por los poros y emana su presente por sus calles y en el puerto. Esta hermosa villa marinera, con su casco antiguo lleno de historia, con el Torreón y sus Murallas medievales, con sus calles empedradas, sus palacios, sus casonas y la Basílica de Santa María del Conseyu, nos permiten observar un pasado de esplendor. Este pasado, generalmente se hace visible en el Palacio del Duque de Estrada, la Casa del Cercau, la Plaza de Santa Ana, con su Palacio de Gastañaga, la Casa Municipal de Cultura y el Casino.
Los hermosos paseos que la surcan, llenos de encanto, como el Paseo de San Pedro que transcurre sobre los acantilados, el Paseo de San Antón, que nos lleva a la playa de Puerto Chico, el Paseo Fluvial que comienza en el Barriu de El Cuetu y finaliza en Pancar y la Senda Costera que nos acerca a otros pueblos vecinos. Además, el Puerto de Llanes con los “Cubos de la Memoria”, una maravillosa obra de arte de Agustín Ibarrola, que protegen al puerto de los embates de las olas y le dan un encanto especial.
¿Que más se puede ver en Llanes?
Por supuesto, están sus playas a orillas de un mar turquesa y cristalino. Pero además, con playas naturistas, arenas finas y un oleaje ideal para la práctica de deportes marinos y para disfrutar de un baño. Entre ellas encontrarás playas como: Playa de Barro, El Sablón, Puerto Chico, Toró y las más alejadas Torimbia y Gulpiyuri, la que muchos conocen como la más pequeña del mundo. También debes disfrutar de su exquisita gastronomía, con ingredientes naturales provenientes de las huertas y la ganadería de la zona, del mar e incluso de la caza y de la afamada producción quesera local.
2. Ribadesella
La histórica villa de Ribadesella (Ribeseya), es una aldea de trazado medieval que fue en parte restaurada, con áreas peatonalizadas, lo que hace muy agradable la visita. Como casi todos los pueblos de la costa asturiana, la fusión de montaña, mar y pueblo, hace que, en Ribadesella puedas desarrollar en pocos kilómetros una gran variedad y calidad de maneras de visitarlas. Desde las caminatas, hasta los paseos en bicicleta, en coche o incluso montar a caballo.
En su casco histórico, podrás ver edificios emblemáticos como la Casa de los Ardines o el actual edificio del Ayuntamiento, el Palacio Prieto Cutre. La plaza de la iglesia de Santa María Magdalena, con los cuatro murales de los hermanos Uría Aza, que le dan un especial realce.
¿Que más se puede ver en Ribadesella?
Los tres paseos de la villa te harán conocer otra de las caras del pueblo, como ser el Paseo del Muelle, que transcurre a lo largo del puerto deportivo de Ribadesella, un ícono de la villa. El Paseo de la Grúa, una obra de arte al aire libre. Y por último el Paseo de los Vencedores del Sella, que se ubica a la vera del río, para homenajear a los ganadores de esta prueba internacional. Es importante el Centro de Arte Rupestre Tito Bustillo, donde se reproduce la Cueva de Tito Bustillo, una cueva de arte rupestre descubierta por Bustillo y declarada Patrimonio de la Humanidad desde el año 2008.
Como no podía ser de otra manera, vamos a referirnos a la Playa de Santa Marina, que nació como una playa para las “élites” y hoy es paso obligado para el turismo de la villa. Una playa que cuenta con todas las comodidades, que se ubica sobre la desembocadura del río Sella. Además, está a tiro de piedra de las huellas de dinosaurios en su extremo oeste. Ribadesella, uno de los pueblos costeros más bellos del litoral asturiano.
3. Cudillero
Como colgado de la montaña, en forma de herradura, Cudillero se vislumbra como uno de los pueblos más bonitos de Asturias, de España y del mundo. Fue declarado Bien de Interés Cultural el 29 de junio de 2006, con la categoría de conjunto histórico. La villa de Cudillero, en el Concejo de Cudillero, emerge entre el mar y la montaña, como uno de los pueblos de pescadores lleno de encanto. Caminar por sus calles empedradas, visita los miradores de la Garita, del Faro, el Pico o la Atalaya. Podrás contemplar el mar o las montañas, comer pescado recién cosechado o beber un “culín” de sidra en alguno de los bares junto al mar. Es un deleite mayor, frente al cual no quedarás indiferente.
¿Que más se puede visitar en Cudillero?
Podrás conocer el edificio más viejo de la villa: la capilla del Humilladero o la iglesia gótica de San Pedro, del siglo XIV. Tampoco podrás perderte de visitar el puerto, el Cabo de la Concha de Artedo o ver una puesta del sol sobre sus acantilados a 80 metros de altura. A tan solo 15 minutos, podrás maravillarte con el faro de Cabo Vidio y el mirador del Sablón, donde se encuentra “el banco más bonito del mundo”. A dos kilómetros y medio verás la quinta de Selgas, conocida como el “Versalles asturiano”, con obras de arte de Ticiano, El Greco y Goya.
Conocer sus playas, es un placer supremo y visitar la Playa del Silencio, una de las más visitadas de la costa asturiana, la playa de Concha de Artedo, distinguida con Bandera Azul o la Playa de San Pedro de la Ribera, una de las más concurridas del concejo. Tampoco podemos abandonar este barrio de pescadores, sin haber probado el “curadillo”, un manjar inventado por los marineros “pixuetos”.
4. Tazones
Con menos de 300 habitantes, Tazones es un antiguo puerto ballenero que forma parte de los pueblos con más encanto de Asturias. Este trozo de la montaña asturiana que se une con el mar, está galardonada con el título de Conjunto Histórico Artístico del Principado de Asturias. La villa está colmada de coquetas casas marineras, que se ubican entre dos colinas a la orilla del mar y considerado uno de los pueblos más bonitos de España.
Al ingresar al pueblo, lo primero que veremos será la iglesia, luego iremos descendiendo hacia el núcleo y, mientras eso sucede las callejuelas se amontonan y las casas humildes pero bellas se suceden en las empedradas calles. Está compuesto por cinco barrios: Las Mestas, San Miguel, San Roque, Villar y La Atalaya, dos de los cuales (San Roque y San Miguel) están declarados Conjunto Histórico Artístico y están separados tan solo por la carretera que va al puerto. En estos barrios las puertas y las ventanas están pintadas con vivos colores y se ven hermosas.
¿Que más se puede ver en Tazones?
La Plaza del Riveru es la principal del pueblo y muy cerca se halla la Casa de las Conchas, un precioso edificio cubierto totalmente de conchas multicolores. Su puerto, que supo ser muy importante durante la caza de ballenas, está repleto de tiendas y restaurantes, en los que podrás degustar los mejores pescados y mariscos de la zona.
A la derecha del puerto veremos la pequeña playa de Tazones, de 200 metros de longitud, que solo podremos disfrutar durante la bajamar, ya que con marea alta desaparece bajo las aguas del Cantábrico. Cuando el mar se retira, puedes seguir por el pedrero, hasta arribar a las huellas de dinosaurios (icnitas), que quedaron estampadas hace millones de años.
5. Tapia de Casariego
Este bello pueblo marinero, que en el medioevo fue un importante puerto ballenero, combina sus increíbles paisajes con su exquisita gastronomía, su historia, sus playas y su mar, tan apreciado por los amantes del surf. En 1863 Don Fernando Fernández Casariego creó en concejo de Tapia y, a partir de entonces esta aldea fue creciendo sin prisa, pero sin pausa. Desde la fabricación de conservas, serrería y fábrica de cerilla, hasta transformarse en una pujante villa veraniega y turística. Hoy es uno de los pueblos costeros más visitados de Asturias.
Desde el barrio marinero de San Sebastián, pasando por el puerto, el mirador de Os Cañóis, hasta llegar a San Blas, verás una serie de casa marineras, un coqueto puerto, tabernas, restaurantes y terrazas, playas, y gente amable que te recibe con calidez, disfrutarás cada rincón de Tapia de Casariego. En la plaza de la constitución te espera el edificio del Ayuntamiento. Por su parte, en el centro, la estatua de Fernando de Casariego, rodeada de palmeras te da la bienvenida, y a su lado la iglesia de San Esteban.
¿Que más se puede visitar en Tapia de Casariego?
En el puerto, el monumento al Marinero con el marco de fondo del Faro de la isla de Tapia, que se halla unida a tierra por el dique de Entreislas de 55 metros de longitud. En el fondo verás la isla de El Hórreo, lugar de pesca del percebe. Más adelante llegaremos a una piscina artificial de roca, que han sido cubiertas con maderas para poder disfrutar del sol y bañarse (de acceso gratuito).
Una serie de pequeñas playas (de la Ribeiría, la playa de los Campos, la playa de las Furadas y la del Murallón), forman la Playa de Anguileiro (también llamada La Grande), de 400 metros de arena blanca y fina, que posee aparcamiento, todos los servicios y es Bandera Azul. En ella anualmente se desarrolla el Campeonato Europeo de Surf. Tapia de Casariego, un paseo imperdible de la costa asturiana.
6. Puerto de Vega
Galardonado como “Pueblo Ejemplar de Asturias” en 1995 y “Pueblo más bonito de Asturias” en 1998, este es otro de los pueblos que no debes perder la oportunidad de conocer. Como todos los pueblos de la costa asturiana, Puerto de Vega nació bajo la protección del dique de Las Almenas, como una muralla de defensa frente a los ataques piratas, para dedicarse luego a la caza de ballenas.
En el Paseo del Baluarte, aún se conservan algunos cañones y en el Mirador de la Riba se les rinde homenaje a los marineros, con un monumento ballenero. Dueño de una espectacular belleza arquitectónica, la villa conserva bellísimas casas-palacios, típicas casonas asturianas y quintas indianas con imponentes jardines. El puerto está repleto de pequeñas embarcaciones, rodeado de casas de pescadores, y modernos edificios. Asimismo, una gran cantidad de bares, restaurantes que ofrecen una variedad de pescados y mariscos recién extraídos de las aguas del Cantábrico.
¿Que más encontrarás en Puerto de Vega?
La Cofradía de Pescadores de Nuestra Señora de la Atalaya, ha puesto en funcionamiento un recorrido turístico y un Centro de Interpretación. Allí, se exhibe la historia pesquera en un pequeño museo (Museo de Historias del mar). El Parque Benigno Blanco (conocido como Plaza Cupido), es donde se realizan la mayoría de las fiestas locales y cerca se halla la Capilla de Nuestra Señora del Carmen.
En el antiguo edificio de la Conservera La Arenesca funciona el Museo etnográfico Pérez Villasmil, donde verás los fósiles y conchas marinas y elementos que se usaron en la fábrica durante su funcionamiento. Si bien no tiene playa propia, muy cerca de Puerto de Vega se encuentra Playa de Frejulfe, que con una longitud de 800 metros de arena en un paraje en estado natural, además de disfrutar del sol y el mar, podrás practicar surf, en un enclave declarado Monumento Natural de Asturias.
Si quieres disfrutar de una excelente playa naturista, a poco más de 9 kilómetros, la Playa de Barayo es una de las playas nudistas más famosas de Asturias.
7. Lastres, uno de los pueblos costeros más bonitos de Asturias
Como todos los pueblos costeros de Asturias, Lastres no puede escapar de la tradición ballenera y defensiva de esos pueblos. De hecho, aún se conservan los muros de una fortificación conocida como “El Castillo”, que era una construcción defensiva del siglo XV, de cinco metros por ocho, al que, en el siglo XVIII se le agregó una torre de tres plantas, con doce metros de altura, al que le fue añadido un reloj traído desde Londres (Torre del Reloj).
Distinguido en 2014 como uno de los pueblos más bonitos de España, es uno de los puertos más famosos de Asturias. En sus calles, angostas y empedradas, que caen hacia el mar, encontrarás hermosas casas con bellos balcones. Parecen colgadas sobre los acantilados, como oteando el horizonte y unas junto a otras, como una masa compacta que se defiende de los embates del mar. El Mirador de San Roque, junto a la capilla del mismo nombre, te ofrece una vista panorámica única de la aldea y de la playa La Griega.
¿Que más se puede visitar en Lastres?
Muy cerca, la iglesia de Santa María de Sábada, del siglo XVIII, fue declarada Monumento Histórico Artístico y en su interior tiene una imagen del Crucificado de la época renacentista. En el pueblo también abundan casonas o palacios como: el de la familia Victorero, el de los Vallados y el de los Robledo, todos del siglo XVIII.
Es interesante conocer el Puerto de Lastres, que puede verse desde cualquier punto. Con capacidad para 50 embarcaciones, en este bello puerto deportivo, puede conseguirse pescado fresco. Asimismo, es apto para la pesca de embarcación y para la práctica de buceo. También tiene varios restaurantes. Junto al puerto hallaremos la pequeña playa de Lastres, con bajo oleaje, con vistas privilegiadas del casco histórico y con aguas cristalinas.
A tan solo 2400 metros, se encuentra la Playa La Griega, un inmenso arenal de 800 metros de longitud, con arena dorada y todos los servicios. Además, por un sendero, a 600 metros de la playa se halla un yacimiento de huellas de dinosaurios (consideradas las ictitas más grandes del mundo), que posee un panel indicativo del animal que las estampó y en qué período. En las afueras (a 4 kilómetros), podrás visitar el Faro del Cabo de Lastres, un edificio circular de 15 metros de altura, rodeado de grandes prados, donde la única actividad que se observa, es el de vacas pastando plácidamente.
8. Luarca
La villa marinera de Luarca, fue un importante puerto pesquero en la Edad Media. Con una rica historia, de la que aún conserva, por ejemplo: los restos de una fortaleza, palacios y casonas señoriales, hermosos barrios antiguos, famosos puentes y hasta la casa que vio nacer al premio Nobel de medicina Severo Ochoa.
Comenzamos por la plaza Alfonso X el Sabio, donde se halla la Oficina de Turismo, en una construcción del siglo XVII que fue la Casa de los Marqueses de Gamoneda. Allí se encuentra también el Ayuntamiento, el Quiosco de la Música y un monolito grabado por Alfonso X. Más adelante la Iglesia de Santa Eulalia, con su campanario en torre cuadrada y en su interior los retablos del siglo XVIII. Si cruzamos el parking, llegaremos al Espigón de Marchica que une el islote, en el que se erige el Club Náutico, con tierra firme.
¿Que más se puede ver en Luarca?
Continuando, arribamos a la Mesa de los Mareantes, lugar de reunión del gremio de Mareantes y Navegantes durante más de 800 años. Ya en el Puerto Pesquero de Luarca encontraremos infinidad de bares y restaurantes, donde se pueden degustar platos típicos, elaborados con frutos del mar recién cosechados. Muy cerca veremos el Faro, el Cementerio (uno de los más bonitos de Asturias), la ermita dedicada a la Virgen Blanca y los restos de una muralla del siglo XVI.
El barrio del Cambaral (cangrejal), que fue creciendo desde la Edad Media en forma de abanico, es uno de los más bellos y con mayor tradición marinera del Cantábrico. Atravesada por el Río Negro, la villa tiene siete puentes que cruzan de una orilla a la otra, del los cuales es famoso el Puente del Beso y su conocida leyenda. El mirador “El Chano”, en el barrio del mismo nombre, está situado a los pies de la ermita de San Roque. Desde allí podrás observar el mar, las típicas casas y los hórreos del lugar.
A orillas del Cantábrico, puedes visitar los Jardines de Fonte Baixa, el más grande de los jardines botánicos privados de Europa. Luarca también cuenta con dos playas urbanas: la que tiene el nombre del pueblo, que dispone de todos los servicios y tiene forma de concha y arena oscura. Y la Playa de Taurán, que tiene las mismas características que la de Luarca, pero se halla en estado más salvaje y rodeada de vegetación. Sin dudas, otro de los pueblos costeros que debes visitar en Asturias.
9. Candás
Para llegar al bonito puerto de Candás, que tuvo mucha relevancia en la Edad Media, si lo haces desde Avilés o Gijón, podrás hacerlo en coche o por el tren de vía estrecha FEVE. Solo debes tener la precaución, de descender en Candás Apeadero (que se halla dentro del Pueblo) y no en la Estación Candás, que está en las afueras.
Hay documentación que acredita que, ya en 1232, frente a lo que hoy es Perlora, uno de los lugares abandonados más visitados de Asturias, se realizaba la caza de ballenas y pesca en general, que generó la industria de conservas, tarea que se desarrolló hasta mediados del siglo XX. Si quieres podrás conocer parte de esta historia, ya que en el Parque de les Conserveres, en lo que fue la Fábrica de Conservas y Sidras B. Alfageme, existe una exposición donde se exhiben las máquinas y los utensilios que se utilizaban.
En el casco histórico de la villa, podrás ver cómo se entremezclan casas humildes, con imponentes casonas indianas y/o palacios. Entre ellos, destacan el Palacio de los Bernaldo de Quirós, la Casa Palacio Rivas o el Teatro Prendes. Sus calles disponen de una gran cantidad de bares, sidrerías y restaurantes, donde se pueden degustar excelentes platos típicos. También están atiborradas de tiendas, que ofrecen una gran variedad de conservas, como: pimientos rellenos de bonito, anchoas artesanas, caviar de oricios y bonito a la sidra, entre otras exquisiteces.
¿Que más se puede visitar en Candás?
La Iglesia San Félix, es uno de los lugares emblemáticos de Candás, en la que se colocó en 1734 la imagen del Santísimo Cristo de Candás que, según cuenta la leyenda, fue hallado frente a las costas de Irlanda, por un barco ballenero “candasín”, la cruz con el Cristo Resucitado flotando en el mar.
El Puerto de Candás, que al ser remodelado perdió parte de su calado, hoy es el lugar ideal para realizar un paseo por sus alrededores. Cuenta con una gran cantidad de bares y restaurantes, y te permitirá ver el pueblo desde otra perspectiva. Allí se celebra el famoso Festival de la Sardina. Junto al Puerto, separado de la pequeña Playa de la Palmera (como se conoce la playa de Candás), por un dique, se encuentra el faro, conocido como La Farola.
Otras de las atracciones que no puedes perderte de Candás son: la Casa Genarín, donde funciona el Ayuntamiento, muy cerca, el Museo de la Escultura Antón, el Mirador Cañones. En los acantilados y también sobre los mismos, la Ermita de San Antonio de Padua de fines del siglo XVI. Y por supuesto, no debemos olvidarnos de la gastronomía, sobre todo de los platos de pescados y mariscos y de las famosas “marañuelas”, el exquisito postre candasín.
10. Ortiguera (Ortigueira)
Ubicado en el concejo de Coaña, el puerto del Ribeiro, pese a ser uno de los menos conocidos, es uno de los pueblos costeros más espectaculares de Asturias. Con gigantescos paredones de piedra repletos de vegetación, con aguas cristalinas, fondo rocoso y un pequeño espigón, esta provisto de una belleza natural incomparable.
El pueblo de Ortiguera parece colgado de la montaña, se halla a 20 metros sobre el nivel del mar y combina casas tradicionales, con otras muy antiguas, indianas y modernas. Su nombre procede de “ortiga”, una planta que causa picazón al tocarla, muy difundida en el lugar. Es llamativo que, las viviendas tienen vista al mar y sobre el puerto se ubica una de las más espectaculares: la Quinta Jardón, con una torre mirador, fachada blanca, donde resaltan sus rojas ventanas y el jardín en estilo francés.
¿Que más se puede ver en Ortiguera?
Llama la atención que un pueblo tan pequeño tenga dos faros que están situados muy cerca uno del otro, ambos en el Cabo San Agustín. El más antiguo tiene 62 metros de altura y es de 1945. El nuevo, dispone de bellos jardines y desde él pueden obtenerse excelentes vistas de la Playa de Navia. El faro es redondo, tiene 20 metros de altura y está pintado horizontalmente a rayas blancas y negras. Al lado del faro se halla la Ermita de San Agustín, data del siglo XVII y allí se reunían los pescadores para agradecer el regreso al hogar sin percances.
La Playa de Arnelles, a la puede accederse desde Ortiguera o desde la de Foxos, está a los pies de un acantilado, y para llegar a la misma, se debe descender por unas escaleras. Tiene una longitud de 150 metros y un ancho que varía según las mareas hasta 42 metros. Cuenta con aparcamiento, vegetación en la playa y son ideales para un descanso en sus doradas arenas o para tomar un refrescante baño. Es dable destacar que está catalogada como peligrosa.
Estos son algunos de los pueblos de Asturias con playa, algunos famosos y otros no tanto, pero no por eso menos interesantes. Lo que sí podemos asegurar, es que Asturias es un lugar del mundo privilegiado. La belleza no tiene límites y la naturaleza lo dotó de todo lo necesario, para que no nos cansemos de recorrerla.